Profecía. Las razones para creer en Cristo. Parte 1. By Fabian Massa.
Dios profetizo desde el Principio la venida del Mesías
En el post “Dios en busca de los hombres”[1]
el versículo principal es: Y el Verbo se hizo hombre y
habitó entre nosotros (Juan 1.14 A, NVI.) Porque
es la revelación que Juan recibió del Cielo: El Verbo de Dios, por medio del
cual todas las cosas fueron hechas, vino como hombre en Jesús.
Y esta es una de las grandes diferencias que hay
entre el cristianismo y las demás religiones: Nosotros no adoramos a un hombre
que se haya elevado por medio de la “Iluminación” sino que adoramos al Creador
de los Cielos y la Tierra que se hizo hombre por amor a nosotros.
Pero quizá alguno de los lectores preguntará:” ¿Y por
qué creer en Jesús o porqué creer en lo que la Biblia dice de Jesús?” ¡¡Es una
muy buena pregunta!! Déjenme contarles que hay más de 300 profecías sobre Jesús.
La primera de ellas es sin dudas la promesa que Dios mismo le hizo a Eva en Génesis 3.15:
15 Pondré
enemistad entre tú y la mujer,
y
entre tu simiente y la de ella;
su
simiente te aplastará la cabeza,
pero
tú le morderás el talón.»
Tu simiente se refiere al Cristo,
quién descendería en línea directa desde Adán y Eva, tal como atestigua Lucas
en su evangelio cuando escribe la genealogía de Jesús[2],
que comienza diciendo que es hijo de José termina en:
38 hijo de Enós,
hijo de Set, hijo de Adán,
hijo de Dios. Lucas 3.38 NVI.
Pondré
enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; la serpiente (aquí figura de Satanás)
engaño a la mujer y de esta manera se constituye en enemiga de ella y de todos
sus hijos.
Su
simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón. Se trata de un conflicto que trasciende
los tiempos: En todas las edades Satanás tratará de perder a los hombres de
Dios. Esto terminará cuando Satanás sea arrojado por Jesucristo al Lago de
Fuego y Azufre de Apocalipsis 20.10. Pero mientras tanto, Satanás, la serpiente
antigua, es el enemigo N°1 de Dios y de sus hijos, La Iglesia.
La segunda profecía que aparece en Génesis 49. Cuando Jacobo ya muy anciano bendice a sus hijos antes de morir. Cuando le toca el turno a su hijo Judá, el dice:
10 No
será quitado el cetro de Judá
ni
el bastón de mando de entre sus pies,
hasta
que llegue Siloh;
a
él se congregarán los pueblos. Génesis 49.10 NVI.
Esta
profecía está aduciendo cual sería la situación política en el tiempo del
advenimiento del Cristo (Siloh quiere decir enviado) En ese tiempo, Judá ya no sería
un reino independiente, sino que estaría sometido a un poder extranjero (le había sido quitado el “Cetro” símbolo del poder real. En el siglo I era Roma
quien imperaba en el “Mundo conocido”) Sin embargo, los pueblos se congregarían
al Enviado de Dios, como ocurrió en los
tres años de su glorioso ministerio.
En los próximos
post, iremos viendo más profecías sobre el Cristo.
La
Semana 70 está por comenzar en cualquier momento. ¿Estamos listos?
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