Reflexión. Somos un reino de Sacerdotes al servicio de Dios el Padre. By Fabian Massa.
En el principio, Adán tenía comunión con Dios, incluso después
de la caída en Génesis 3, los hombres seguían rindiendo culto al Señor, como podemos
ver en Génesis 4.3 – 4 Caín y 6 Abel ofrecieron sacrificios de comunión a Dios,
y aunque la Biblia nada dice al respecto, podemos suponer que ellos habían
aprendido esto de su padre Adán.
En Génesis 4.26 dice que en tiempos de Set, tercer hijo de
Adán y continuador del linaje, los hombres volvieron a invocar al Señor.
Después del Diluvio, lo primero que hace Noé cuando pisa tierra firme es hacer un culto al Señor (Génesis 8.20). El jefe del clan asumía el sacerdocio familiar. Si avanzamos en la Biblia, vemos que Job también cumplía con este rol (Job 1.5) y también Abraham, quien edificó varios altares al Señor (Génesis 12.7; 13.18; 22.9).
Después de la Etapa Patriarcal, hay un período de mas de 400 años de esclavitud de Israel en Egipto, hasta que Dios llama a Moisés y comienza la Era de la Ley, (el
A. T.). Se organizó el culto y surge la clase sacerdotal (levitas) en Israel. Este
Antiguo Pacto no funcionó y por eso Jesús reemplazó con el Nuevo Testamento al
anterior: El Orden de Aarón fue cambiado por el de Melquisedec y Jesús es ahora
nuestro Gran Sumo Sacerdote (Hebreos 5.1 – 10)
Los judíos siguieron manteniendo una clase sacerdotal, los
católicos copiaron el modelo de los judíos y tiene también una clase clerical.
Pero Jesús vino a establecer en culto como al principio: Cada varón debe ser el
sacerdote de su casa, el que enseña La Palabra a su familia e intercede ante El
Padre por los suyos. El padre de familia es quien debe construir el Altar en la
familia y elevar las ofrendas de paz (sus oraciones) y esto lo dice Juan (Inspirado
por El Espíritu Santo):
4 Yo,
Juan, escribo a las siete iglesias que están en la provincia de *Asia:
Gracia y paz a ustedes de parte
de aquel que es y que era y que ha de venir; y de parte de los siete espíritus
que están delante de su trono; 5 y
de parte de *Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el
soberano de los reyes de la tierra.
Al
que nos ama
y
que por su sangre
nos
ha librado de nuestros pecados,
6 al que ha hecho
de nosotros un reino,
sacerdotes
al servicio de Dios su Padre,
¡a él sea la gloria y el poder
por
los siglos de los siglos! Amén. Apocalipsis 1.4-5 NVI.
Por lo tanto amigos, es hora de
honrar el llamado que El Señor nos hace, es hora de ejercer el sacerdocio en
casa.
Por eso necesitamos conocer la Escritura,
caminar en santidad, tener comunión con Dios (orar) predicar (primeramente a
nuestra familia) tanto de palabra como de testimonio.
La Semana 70 está por comenzar,
solo las familias que estén firmes en la fe soportarán los Tiempos Finales.
¿Estamos listos?
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