Reflexión. El Pastor herido. Sobre Marcos 14.27. By Fabian Massa.
Jesús celebró
la Pascua Judía con sus discípulos. La Pascua es la celebración de la salida de
Israel de Egipto. El Maestro cambiaría el significado de la fiesta, a partir de
ese momento para los cristianos es la celebración de la liberación por medio del sacrificio del Cordero de Dios, por cuya sangre somos limpiados, sacados del Mundo e introducidos en
el Reino de los Cielos. Marcos lo relata así (Mr. 14, NVI):
17 Al
anochecer llegó Jesús con los doce. 18 Mientras
estaban *sentados a la mesa comiendo, dijo:
—Les
aseguro que uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a traicionar.
19 Ellos
se pusieron tristes, y uno tras otro empezaron a preguntarle:
—¿Acaso
seré yo?
20 —Es
uno de los doce —contestó—, uno que moja el pan conmigo en el plato. 21 A
la verdad, el Hijo del hombre se irá tal como está escrito de él, pero ¡ay de
aquel que lo traiciona! Más le valdría a ese hombre no haber nacido.
22 Mientras
comían, Jesús tomó pan y lo bendijo. Luego lo partió y se lo dio a ellos,
diciéndoles:
—Tomen;
esto es mi cuerpo.
23 Después
tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos, y todos bebieron de ella.
24 —Esto
es mi sangre del pacto,[b] que
es derramada por muchos —les dijo—. 25 Les
aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta aquel día en que beba
el vino nuevo en el reino de Dios.
26 Después
de cantar los salmos, salieron al monte de los Olivos.
Ellos estaban
viviendo un momento histórico, una bisagra del Tiempo: Nada ya sería lo mismo,
habría un antes y un después de este momento.
Jesús dijo:
27 —Todos ustedes me abandonarán, porque está escrito:
»“Heriré al pastor,
y se dispersarán las ovejas.”
28 Pero después de que
yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea.
Jesús
citó la profecía de Zacarías 13.7, Él sabía lo que sucedería y sin embargo
caminó hacia su Muerte, para que se cumplieran todo lo que estaba escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos (Lucas 24.44 B). Él
sabía que si Vida estaba signada por La Palabra de Dios y creía que pasaría
todo lo que estaba profetizado acerca de Él.
Sabía del
dolor y también de la Victoria que tendría después de paso por el “Valle de Muerte” del Juicio ridículo e
injusto delante de Caifás, de los azotes de Pilatos, la soledad de la Cruz, de
los clavos en manos y pies, de la cuadrilla de malignos que se jugaron sus
ropas a los dados, del vino barato mezclado con mirra que rechazó, la muerte.
Mientras Su
Cuerpo estuvo tres días en el sepulcro, su Espíritu descendió a las partes más
bajas de la Tierra a fin de predicarles a los espíritus encarcelados. Finalmente
resucitó, visito a los discípulos y ascendió al Cielo.
Cada una de
estas afirmaciones tiene su concordancia, les dejo a Uds. el trabajo de
buscarlas.
Las primeras
profecías se han cumplido. Las que faltan están a la puerta. La Semana 70 está
por comenzar, ¿estamos listos?
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