STUDY. Dime que comes y te diré si crecerás. By Fabian Massa.
Es muy interesante estudiar a las abejas, podemos aprender mucho de ellas. Por ejemplo hoy sabemos que en una colmena de abejas melíferas[1] (Apis mellifera) hay tres tipos de abeja:
a.
Las
abejas obreras: no tiene desarrollado el aparato sexual, su misión en la
vida (unos 3 meses promedio) es trabajar para mantener en funcionamiento la
colmena. Los primeros tres días de vida comen jalea real. A partir del cuarto
día su dieta consiste en polen (proteínas) y néctar (carbohidratos).
b.
Los
zánganos: Son abejas macho, un poco más grandes que las obreras. Proceden
de huevos sin fecundar, por lo que su carga genética es del 50% de las demás
abejas que si nacen de huevos fecundados. Su misión en la vida es fecundar a la
Abeja Reina. Luego de esto, mueren.
c.
Las
Abejas Reinas: Son genéticamente idénticas a las abejas obreras. Pero ellas
son elegidas antes de ser siquiera larvas a ser Reinas (tiene un llamado
distinto). A tal punto son reservadas para otra misión, que sus celdas en lugar
de ser horizontales son verticales y de mucho mayor tamaño. (son tres veces más
grandes que una obrera). Las obreras nodrizas solo les dan de comer Jalea Real.
Viven aproximadamente tres años y son las únicas que tiene desarrollado el
aparato sexual. Su misión: mantener viva la especia.
¿Por qué las Reinas son
tan distintas de las obreras?
Por lo que comen:
La reina es la única hembra que está completamente desarrollada
sexualmente. Esto es el resultado de una dieta total de jalea real durante el
período de desarrollo. Recientemente se ha descubierto1 que
el ingrediente activo de la jalea real que convierte a una obrera en reina es
la proteína royalactina (antes
denominada proteína 57-kDa, en referencia a su peso molecular)[2]
que activa la quinasa p70 S6, que a su vez incrementa la actividad de la
quinasa MAP[3].
Una investigación de la década de 1960
sugirió que la jalea real contiene una sustancia neuroquímica potente, mientras que un trabajo en 1972
destacó las hormonas en el desarrollo. Más recientemente, los científicos
identificaron un conjunto de proteínas en la jalea real, potencialmente
involucrados en la generación de reinas.
Se puede hacer un paralelismo interesante con la
Iglesia: Los hermanos que pueden discipular a otros son los que tiene un
desarrollo mayor. Si bien todos tenemos en Cristo el mismo ADN espiritual, lo
que comemos marca la diferencia:
a.
Si una congregación solo come néctar (palabras dulces), tendrá
condiciones de obreros. Pueden trabajar duro y muy bien, pero no tendrán lo
necesario para liderar a otros. No han sido alimentados de manera que puedan
desarrollarse en plenitud. No tienen la capacidad de multiplicarse.
b.
Si una congregación recibe Jalea Real (un alimento procesado) los
que tengan el llamado a liderar (pastorear, enseñar, evangelizar, discipular, etc.)
al recibir esa comida se desarrollaran de manera tal que puedan formar a otros líderes
(tener “hijos espirituales”) que en algún momento formarán otra colmena (otra
Iglesia). Así trabajaba el Apóstol Pablo.
¿Estamos comiendo y dando de comer
adecuadamente a los hermanos?
42 Respondió
el Señor:
—¿Dónde
se halla un mayordomo fiel y prudente a quien su señor deja encargado de los
siervos para repartirles la comida a su debido tiempo? 43 Dichoso
el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. 44 Les
aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. Lucas
12. 42 – 44 NVI.
La Semana 70 está por comenzar. Cristo viene pronto, que nos encuentre dando de comer la buena Palabra de Dios.
[1]
Melis = miel; fera del latín hacedoras = productoras de miel. Se trata de las
abejas comunes.
[3]
En el presentimiento de
que una de estas proteínas podría ser un ingrediente clave de la jalea real, Masaki Kamakura,
un entomólogo en el Centro de Investigación en Biotecnología en Toyoma, Japón,
diseñó un sencillo experimento. Se almacena jalea real a una temperatura que
degrada sus proteínas a un ritmo diferente y luego probaron si la gelatina
tratada térmicamente podría hacer reinas. Le costó 30 días para que la potencia
de la jalea real desapareciera. El análisis químico mostró que una proteína que
había llamado previamente royalactina fue uno de los más lentos para romper.
La proteína royalactin, cuando se combina con otros nutrientes, transforma en
larvas reinas con la misma eficacia que la jalea real.
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